Elegir el colchón correcto es fundamental para dormir bien y recargar las energías. La densidad del colchón es el primer criterio que debe ser evaluado antes de la compra, pues indica la resistencia del producto teniendo en cuenta el peso de cada persona.

Sin embargo, una densidad menor no quiere que el colchón es más duro o una densidad mayor significa un colchón más suave. Hay tablas que indican cuál es la densidad más indicada para su cuerpo, es sólo consultar en las tiendas. En cuanto a los colchones de matrimonio, lo cierto es comprar el colchón en la densidad compatible con la persona más pesada.

El colchón debe ser cómodo, dejar la columna alineada y los músculos relajados. ¿Y cómo saber cuál es el ideal? Sólo probando varios modelos antes de hacer la elección. Pieza para quedarse unos minutos acostada y si te gusta, lleve.

Un buen colchón puede durar de 7 a 10 años, pero eso no depende sólo de la calidad del producto. Algunos cuidados de conservación del colchón son esenciales para que pueda prolongar el uso del producto y garantizar un buen sueño durante más tiempo.

La mayoría de los fabricantes ya usan telas antialérgicas y antimoho para cubrir los colchones. De cualquier manera, es recomendable retirar toda la ropa de cama, pasar el aspirador y dejarlo expuesto por algunas horas con las ventanas de la habitación abiertas siempre que sea posible.

La humedad es un gran enemigo de los colchones. Por lo tanto, no forra el estrado de la cama con cartón, periódico, plástico u otro material que pueda retener la humedad.

Utilice siempre un protector de colchón para conservar mejor el revestimiento y evitar que la humedad causada por la transpiración u otros líquidos alcancen su estructura o provoquen manchas.

Si las manchas aparecen, use detergente y una esponja suave para la limpieza. Espera que el colchón se seque bien para forrarlo con la sábana.

Además, es importante invertir la posición del colchón cada cuatro meses para evitar deformaciones. La mejor forma de hacerlo es girar el lado de la cabecera hacia el pie de la cama. Considere el tiempo de validez indicado por el fabricante, pero si percibe señales del desgaste sufrido por el uso, como deformaciones en la superficie o resortes sensibles al tacto, es hora de cambiar de colchón.

Vale recordar que elegir un colchón que se adapte a sus necesidades es esencial para tener una buena noche de sueño. Las consecuencias de una noche mal dormida van más allá de la somnolencia al día siguiente. Cuando usted duerme menos de lo que necesita, la actividad cerebral disminuye y funciones como atención, creatividad, equilibrio y memoria quedan comprometidas. Sin contar el humor, que es pésimo.