Mamas rojizas, endurecidas, doloridas y calientes. Estos son los síntomas más conocidos de la mastitis - un proceso inflamatorio del pecho, que puede ser acompañado o no de infección.

De acuerdo con Livia Daia, ginecólogo obstetra y mastólogo de la clínica Daia Venturieri, la mastitis tiene incidencia de 2,6 a 33% en las mujeres y varía según la causa.

La más conocida es la puerperal (mastitis en la lactancia), provocada por la acumulación de leche y la contaminación de éste por medio de bacterias que consiguen adentrar la mama, por ejemplo, a través de fisuras en los pezones.

Una duda muy común es: ¿la mujer debe dejar de amamantar al bebé si tiene mastitis en este período? A continuación le da la aclaración para esta y otras cuestiones importantes sobre el tema!

¿Qué es la mastitis en la lactancia y cuáles son las causas? Erica Mantelli, médica especialista en Ginecología y Obstetricia, posgraduada en Medicina Legal y Pericias Médicas y Sexología / Sexualidad Humana por la Universidad de São Paulo (USP), explica que, de forma general, la mastitis es causada por una acumulación de leche que se queda parado en la mama, que puede llevar a un proceso inflamatorio y contaminación bacteriana. "La principal causa es cuando hay un empedramiento de la leche, se queda parado por mucho tiempo, cuando la producción es excesiva y no está correspondiendo a la demanda y, principalmente, por el agarre incorrecto del bebé - que puede llevar a una fisura en las mamas principalmente en los pezones, siendo eso un portal de entrada para bacterias ", destaca Erica. "Un trauma, o sea, golpear las mamas después de una caída, por ejemplo, puede llevar a un proceso de mastitis, y también el destete repentino - cuando el bebé para de mamar o la madre por algún otro motivo necesita hacer este destete - puede ocasionar la mastitis ", añade la especialista.

¿Debo dejar de amamantar si tiene mastitis?

Esta es la principal duda cuando el tema es mastitis en la lactancia. Y, a diferencia de lo que mucha gente piensa, la respuesta es: no. "No aconsejamos la interrupción de la lactancia debido a la gran importancia de la lactancia materna, además de que el vaciamiento mamario forma parte del tratamiento para mejorar la mastitis", responde la mastóloga Livia.

Erica resalta que la mujer no debe dejar de amamantar. "El primer paso es: si observa algún cambio en la mama - como un aumento muy grande, con la alteración de la coloración o enrojecimiento, dolor intenso, salida de pus, heridas o cualquier dolor -, esto tiene que ser avisado al médico inmediatamente, para que pueda evaluar y prescribir los medicamentos adecuados y orientar adecuadamente en relación a la lactancia materna ", explica. "Y las consultoras de lactancia pueden ayudar mucho en esta fase también, entonces es importante buscar ayuda, pero no dejar de amamantar, porque si se detiene, el proceso puede empeorar", añade Erica.

Cómo prevenir la mastitis en la lactancia

"En el caso de la mastitis puerperal, no debemos dejar las mamas llenas de leche (llamado de engranaje mamario) para evitar la estase. Y una buena agarre evita fisuras en los pezones (que es lo que facilita la entrada de agentes bacterianos) ", responde Livia.

La ginecólogo y obstetra Erica refuerza que la prevención de la mastitis se da principalmente por el agarre adecuado del bebé. "El bebé tiene que mamar no sólo el pico del pecho, tiene que soplar toda la aureola, así que él puede hacer el asa correcta. Es necesario observar si la boca del bebé está abierta adecuadamente y la barbilla está apoyándose en el pecho de la madre ... Entonces, el asa y la posición de la mamada son muy importantes ", dice.

"Algunos problemas también de la cavidad oral del bebé pueden afectar si el asa es correcta, entonces, a veces, es importante un acompañamiento con un fonoaudiólogo", añade Erica.

En el caso de que la mama esté muy llena a la hora de dar el pecho al bebé, es importante hacer un ordeño ligero: hacer un goteo de esa primera leche para luego poner en la boca del bebé. "Con eso, la mama se vuelve más suave y la leche saldrá de una manera más fácil. Cuando la mama está muy urgida, muy llena, el bebé intenta mamar, pero con la mama muy dura, la leche tarda más en salir. Así, muchas veces el bebé se enfada, empieza a succionar cada vez más fuerte y, en un asa incorrecta, puede llevar al herido. Llevando al herido, es una puerta de entrada para posibles bacterias ", explica.

Es importante aún, de acuerdo con Erica: la madre higienizar bien las manos antes del momento de la lactancia y evitar el uso de conchas (pues se puede acumular leche allí y éste es un medio de cultivo que puede llevar también a la mastitis).

Vale resaltar además que la madre con mastitis debe continuar amamantando para que, así, el bebé promueve el vaciamiento de la mama y el cuadro pueda entonces evolucionar hacia la mejora.

¿Cómo tratar la mastitis en la lactancia?

¿Cómo se hace el tratamiento? ¿Existen formas de amenizar los dolores provenientes de la mastitis?

Livia responde que, en general, el tratamiento incluye: calmar a la madre ya los familiares; promover el vaciamiento mamario manual o mediante la lactancia materna (siempre con orientación); el uso de compresas frías, analgésicos y anti-inflamatorios, que van a ayudar a aliviar el dolor, además de antibióticos cuando sea necesario. "En algunos casos más complicados, hay necesidad de tratamiento quirúrgico", dice la mastólogo.

El ginecólogo y obstetra Erica refuerza que el primer paso es la evaluación médica. "El tratamiento depende de esta evaluación. Muchas veces se prescribe antibiótico y, en casos más graves, es necesario hacer procedimientos quirúrgicos para el drenaje del pus acumulado en el interior de las mamas. Es posible también, para los heridos, el tratamiento tópico y el uso del láser. Todo esto va a ayudar también a reestablecer la piel y aliviar los dolores, propiciando así un mayor confort para las mamadas ", explica.

Es importante saber que la mastitis es un caso localizado en las mamas, pero cuando no se trata correctamente, la demora del diagnóstico y del inicio de la medicación pueden agravar el cuadro, haciendo que esta infección - en lugar de quedarse sólo en las mamas - si la difusión. "Esto puede llevar a la asepsia, que es una infección generalizada, ya casos muy graves, en los que muchas veces es necesaria internación en UTI para el antibiótico, y eso puede poner en riesgo la vida de la mujer", explica Erica. "Entonces, la mastitis es una infección inicialmente en las mamas, que tiene tratamiento y tiene resolución rápida, pero que, si no es tratada, puede perjudicar a la madre y llevar a un cuadro mucho más grave", finaliza Erica Mantelli.

Para evitar la mastitis en la lactancia, es importante resaltar, es importante que las mamas sean correctamente vaciadas por la succión del seno y, cuando esto no sea posible o suficiente, por el ordeño del exceso de leche. Es necesario además evitar fisuras en los pezones, prestando atención al agarre correcto del bebé a la hora de la toma. En el caso de cualquier cambio en la mama y / o dificultad para promover el asa correcta, es esencial buscar orientación profesional cuanto antes.