Además de esa sensibilidad
, nuestra región genital también es susceptible a la acción de productos cosméticos, a la presencia de microorganismos de otras partes del cuerpo ya muchos otros agentes aparentemente inocentes, como el agua. Esto sucede porque la vulva y la vagina están recubiertas por una mucosa muy fina y delicada, y la barrera de protección que ofrece puede romperse fácilmente por hábitos inadecuados. Conozca 7 de estas prácticas que usted debe dejar atrás para preservar la salud de su región genital:1. Utilizar absorbente todos los días
Los llamados "absorbentes diarios" fueron desarrollados para contener el flujo al principio y al final del período menstrual y no deben utilizarse todos los días. Este hábito aumenta la temperatura y la humedad de la región genital, transformando su vulva y vagina en un ambiente muy atractivo para la proliferación de microorganismos causantes de enfermedades.
Si es absolutamente necesario usar absorbentes todos los días, es recomendable cambiarlos cada cuatro horas. Sin embargo, el ideal mismo es permitir que su vagina respire más libremente.
2. Hacer duchas vaginales
Muchas mujeres se imaginan que hacer una ducha en el interior de la vagina es un buen hábito de higiene, pero eso no es verdad. Al hacer esta limpieza excesiva, el resultado puede ser un gran desequilibrio en la flora vaginal: las bacterias benéficas son eliminadas, dando espacio para la multiplicación de organismos causantes de enfermedades. Incluso algunos ginecólogos afirman que la ducha vaginal aumenta el riesgo de la enfermedad pélvica inflamatoria y de la vaginosis bacteriana. De esta forma, la mejor manera de higienizar la región genital es lavarla sólo externamente con agua y jabón neutro.
3. Encontrar que el olor natural es desagradable
Toda vagina tiene un olor característico y esto es completamente normal para un órgano lleno de glándulas secretoras. Intentar eliminar este olor natural con el uso de desodorantes, jabones íntimos o absorbentes perfumados puede terminar causando una irritación en la región vaginal.
Usted sólo debe preocuparse si, de repente, su vagina presenta un olor más fuerte de lo habitual y si está acompañado de picazón, ardor o secreción diferente de la secreción normal a la que está acostumbrada.
4. Pasar el papel higiénico de atrás hacia adelante
Una de las mayores amenazas a la salud de la vagina se localiza muy cerca de ella: las bacterias del ano. Aunque estos microorganismos no causan mayores problemas en la región anal, pueden causar infecciones serias en los genitales.
Por eso, al limpiarse después de orinar o defecar, es importante siempre utilizar el papel higiénico a partir de la vagina y hacia el ano, y no al contrario, evitando cargar bacterias fecales a la vulva.
5. Hacer vaporización vaginal
Una práctica que se ha vuelto popular es la vaporización de la vagina. Esta técnica implica el uso de asientos especiales o cuencas que contienen agua muy caliente y algunas plantas, de forma que el vapor se dirija al canal vaginal con el objetivo de "hacer una limpieza en el útero".
El problema es que, como la mujer no utiliza ropa interior durante esta práctica, la vagina se expone a vapores a temperaturas que pueden causar quemaduras o irritaciones. Además, el útero no necesita pasar por "limpiezas" - más un motivo por el cual la técnica es bastante cuestionada por los ginecólogos. 6. Usar vaselina como lubricante
La vaselina y otros productos que contengan petrolatos en su composición no deben utilizarse como lubricantes íntimos, ya que pueden causar irritaciones e infecciones y dañar el látex del condón, perjudicando la protección.
Además de la vaselina, no se recomienda utilizar cremas, jabones, mantequilla, aceites vegetales o minerales y otros productos que no se hayan desarrollado exclusivamente para la región genital. Lo mejor es recurrir a un lubricante a base de agua, que no reacciona con el condón y es hipoalergénico.
7. Usar alimentos directamente en la vulva en la relación sexual
Es muy común encontrar consejos que sugieren el uso de leche condensada, chantilly, caldos y otros productos alimenticios como forma de innovar durante la relación sexual. Sin embargo, cuando se aplican en la vulva o transportados a la vagina con la penetración, su alto contenido de azúcar puede perjudicar la flora vaginal, abriendo el camino para irritaciones e infecciones.
Para garantizar la salud de sus genitales, puede optar por productos con sabor desarrollado especialmente para esa región o, a continuación, utilizar los alimentos en otras partes del cuerpo.
Recuerde que la mucosa que recubre la vulva es muy fina y sensible, de forma que incluso algo aparentemente inofensivo puede acabar causando perjuicios a los genitales. Si usted está sintiendo algún tipo de picazón, ardor o ardor o nota un cambio en el olor o en la secreción vaginal, siempre se recomienda buscar a su ginecólogo lo más rápido posible.