Sea para recibir amigos, familia o hasta personas totalmente inesperadas, independientemente del tamaño de su casa, lo importante es proporcionar un ambiente agradable, acogedor y confortable para recibir bien a sus huéspedes. Y no es necesario mucho esfuerzo, basta un poco de atención y mucha paciencia.

Existen diferentes maneras de recibirlos. La primera es si usted vive en una casa pequeña, con habitaciones ya ocupadas, pero acogedor. La segunda es vivir en una casa con más espacio, varias habitaciones y, de repente, tener uno que sea exclusivo para la ocasión.

¿Pero qué puede ser considerado un "espacinho" cómodo? Es simple, un cuarto de huéspedes debe tener los mismos elementos que utilizamos en nuestro día a día. Por ser anfitriones, debemos esperar que el huésped aproveche de la mejor manera posible su paso por nuestra casa, por eso, merece siempre del bueno y del mejor para que se sienta a gusto, viviendo de la forma que vivimos. Detalles como cama, sábanas limpias y perfumadas, teléfono, acceso a internet y espacio para acomodar las pertenencias son simples, pero muy agradables para quienes nos visitan.

Es importante ofrecer lo que nos gustaría tener si fuéramos los huéspedes. No olvide: el confort es esencial, así que siempre ofrezca lo mejor.

Para ser un buen anfirón ...

Incluso después de cuidar de todos los detalles de la casa para que quede en perfecto estado, todavía queda un paso a seguir para recibir bien a sus huéspedes. No basta con arreglar la casa entera, es necesario que los dueños de la casa también estén en perfecta sintonía y sepan transmitir la sensación de que recibir es placentero.

Para ser un buen anfitrión, prepárese desde la invitación. Piense si realmente querrá que esas personas convivan con usted y su familia por algún tiempo y analice también las afinidades entre ustedes, si tienen hijos de la misma edad, gustos similares. Es extremadamente importante consultar a tu familia o quien convive contigo acerca de la invitación, después de todo, todos compartir espacios.

Nunca invite por impulso, no haga la propuesta para ser agradable, en la emoción de las fiestas. La persona puede realmente aceptar su invitación y usted corre el riesgo de no estar preparado. Dar atención, conciliar conflictos, organizar comidas en gran cantidad, programar las compras en el supermercado, distribuir y conferir alojamiento para todos, y siempre sonreír. Tareas simples que son indispensables para ser un anfitrión agradable.

Cuando sus invitados lleguen, haga que se sientan bienvenidos. Muestre el espacio destinado a ellos y déjelos a voluntad para que se instalen. Mostrar la ubicación de las sábanas, toallas, almohadas, mantas extras. Hable acerca de los horarios de comidas, informe sobre los lugares y eventos que son interesantes y una buena opción para ser frecuentados en su ciudad. Mantenga siempre un clima agradable y con mucha relajación.

Cuando recibimos huéspedes en casa, es inevitable que llegue un momento en que la gente sienta nostalgia de la privacidad, de estar solo, con la familia, de no necesitar sonreír todo el tiempo y hacer lo que quiera, cuando dé voluntad. Aunque la situación es incómoda, el anfitrión perfecto disfraza. Salga, trate de ventilar la cabeza y distraerse. A la hora de la salida de sus huéspedes, por más aliviado que usted pueda estar, no es legal demostrar satisfacción por el partido de las personas.